CAPITULO IV
LA ESENCIA
Lo que hace
bello y adorable a todo niño recién nacido es su Esencia; ésta constituye en sí
misma su verdadera realidad...
El normal
crecimiento de la Esencia en toda criatura, ciertamente es muy residual,
incipiente...
El cuerpo humano
crece y se desarrolla de acuerdo con las leyes biológicas de la especie, sin
embargo tales posibilidades resultan por sí mismas muy limitadas para la
Esencia...
Incuestionablemente
la Esencia sólo puede crecer por sí misma sin ayuda, en pequeñísimo grado...
Hablando
francamente y sin ambages diremos que el crecimiento espontáneo y natural de la
Esencia, sólo es posible durante los primeros tres, cuatro y cinco años de
edad, es decir, en la primera etapa de la vida...
La gente
piensa que el crecimiento y desarrollo de la Esencia se realiza siempre en
forma continua, de acuerdo con la mecánica de la evolución, más el Gnosticismo
Universal enseña claramente que esto no ocurre así...
Con el fin de
que la Esencia crezca más, algo muy especial debe suceder, algo nuevo hay que
realizar.
Quiero
referirme en forma enfática al trabajo sobre sí mismo. El desarrollo de la
Esencia únicamente es posible a base de trabajos conscientes y padecimientos
voluntarios...
Es necesario
comprender que estos trabajos no se refieren a cuestiones de profesión, bancos,
carpintería, albañilería, arreglo de líneas férreas o asuntos de oficina...
Este trabajo
es para toda persona que ha desarrollado la personalidad; se trata de algo
Psicológico...
Todos
nosotros sabemos que tenemos dentro de sí mismos eso que se llama EGO, YO, MI
MISMO, SÍ MISMO...
Desgraciadamente
la Esencia se encuentra embotellada, enfrascada, entre el EGO y esto es
lamentable.
Disolver el
YO Psicológico, desintegrar sus elementos indeseables, es urgente, inaplazable,
impostergable... así es el sentido del trabajo sobre sí mismo.
Nunca
podríamos libertar la Esencia sin desintegrar previamente el YO Psicológico...
En la Esencia
está la Religión, el BUDDHA, la Sabiduría, las partículas de dolor de nuestro
Padre que esta en los Cielos y todos los datos que necesitamos para la
AUTO-REALIZACIÓN INTIMA DEL SER.
Nadie podría
aniquilar el YO Psicológico sin eliminar previamente los elementos inhumanos
que llevamos dentro...
Necesitamos
reducir a cenizas la crueldad monstruosa de estos tiempos: la envidia que
desgraciadamente ha venido a convertirse en el resorte secreto de la acción; la
codicia insoportable que ha vuelto la vida tan amarga; la asqueante
maledicencia; la calumnia que tantas tragedias origina; las borracheras; la
inmunda lujuria que huele tan feo; etc., etc., etc.
A medida que
todas esas abominaciones se van reduciendo a polvareda cósmica, la Esencia
además de emanciparse, crecerá y se desarrollará armoniosamente...
Incuestionablemente
cuando el YO Psicológico ha muerto, resplandece en nosotros la Esencia...
La Esencia
libre nos confiere belleza intima; de tal belleza emanan la felicidad perfecta
y el verdadero Amor...
La Esencia
posee múltiples sentidos de perfección y extraordinarios poderes naturales...
Cuando “Morimos
en Sí Mismos”, cuando disolvemos el YO Psicológico, gozamos de los preciosos
sentidos y poderes de la Esencia...
SAMAEL AUN WEOR
“Tratado de Psicología Revolucionaria”